1.1 Conceptos de seguros

La idea de un seguro proviene de una necesidad de protección entre un número muy elevado de personas que están expuestas al mismo riesgo y quieren protegerse al repartir el daño.

Los seguros hoy en día son parte primordial y necesaria en la vida de todos, ya sea como una forma de proteger bienes materiales o la vida de las personas, inclusive hay seguros que son obligatorios, por ejemplo el seguro de automóvil en daño a terceros es obligatorio para los taxistas.

Frente a un riesgo podemos actuar de forma pasiva asumiendo las consecuencias económicas del siniestro, o bien, reducirlo al hacer caso a recomendaciones de seguridad y, finalmente, transmitirlo a otra entidad o persona. De esta forma, las conductas frente a un riesgo son:

  • Indiferencia. No hacer nada y por lo tanto asumir el riesgo en su totalidad.
  • Prevención. Adoptar un conjunto de medidas materiales destinadas a evitar las consecuencias del siniestro, buscando que si el accidente se produce, el daño sea el mínimo.
  • Previsión. Construir un fondo económico de ahorro, auto seguro y el seguro que actuaría como transferencia del riesgo.

A la incertidumbre de sufrir una pérdida financiera se le conoce como riesgo. Los riesgos que se pueden asegurar deben tener las siguientes características:

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Situaciones que podrían suceder; por ejemplo: los daños producidos por un accidente vehicular, no sabemos si sucederá o no, ni cuándo.
Situaciones que no sabemos con certeza si ocurrirán o no y ni cuándo sucederán; por ejemplo, es claro que todos moriremos, lo que no sabemos es el momento en el que esto sucederá.
Se refiere a algo que es ajeno a la voluntad humana de producirlo, algo accidental; por ejemplo, los daños provocados por una inundación, este hecho es totalmente impredecible, ya que no lo podemos producir nosotros mismos, es por ello que no es posible reclamar a un seguro el daño de un automóvil si su propietario lo produce intencionalmente.
Que lo que se busca asegurar sea lícito, por ejemplo no se asegura el transporte de drogas.
Que pueda valorarse económicamente.

El propósito del seguro es compensar un daño eventual (siniestro) que ocasiona una pérdida económica; los contratos de seguros siempre son sin fines de lucro. Conoce un poco más de este tema.

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A grandes rasgos, lo primero que debemos hacer es reconocer que existen riesgos y que es posible que nos sucedan y que impliquen un desequilibrio en nuestra economía. Posteriormente, identificar los riesgos que se desea cubrir y buscar qué aseguradora lo puede hacer. Por último, elegir aquella que cumpla las expectativas de protección y el costo adecuado a nuestras necesidades.

El proceso completo se describe a continuación:

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Aquí es importante determinar qué es lo que deseamos asegurar; existen seguros casi para todo, desde nuestra salud, hasta nuestros bienes. Sin embargo, debemos evaluar la probabilidad de que sucedan los riesgos y sus consecuencias económicas.
Es necesario identificar las compañías aseguradoras que cubren los riesgos que deseamos asegurar y verificar que esté debidamente registrada en la CNSF (Comisión Nacional de Seguros y Fianzas), así como elegir a un agente que nos asesore. Recordemos que un agente es una persona (física o moral) que está autorizada por la CNSF para realizar las actividades de intermediación de seguros y fianzas.
Considerar diferentes pólizas para elegir aquella que más nos convenga, buscando mejores condiciones en cuanto a: deducible, coaseguro, prima, otros servicios adicionales al seguro y exclusiones.
Identificar las distintas formas de pago y periodicidad que podrían ofrecer las aseguradoras, por ejemplo, en algunas compañías el primer año de aseguramiento no se cobran recargos por pago fraccionado. Así mismo, se deben consultar promociones para pago con tarjetas de crédito.
En caso de siniestro o materialización del riesgo llamar al teléfono para reportar el siniestro. El siniestro representa el riesgo que se cubre con el seguro (vida, accidente, enfermedad, daños, incendio, robo, etc.).
Cuando la compañía aseguradora verifica si procede la reclamación y hace frente al pago o reparación del bien asegurado al titular o beneficiario. Recuerda que un beneficiario es la persona designada por el titular de la póliza que recibe el beneficio del seguro, en caso de siniestro.

Infórmate sobre algunos tips que te apoyarán al contratar un seguro.

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Los seguros se pueden clasificar de acuerdo con el tipo de riesgo que cubren como seguro de personas, daños y seguros de prestación de servicios. Dicha clasificación es de tres tipos:

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Vida

Vida

Seguro de vida. Protege al individuo ante la ocurrencia de un evento que le afecte directamente.

Accidentes y enfermedades

Accidentes y enfermedades

Seguros de accidentes y enfermedades. Cubren la posibilidad de ocurrencia de accidentes personales, gastos médicos y salud.

Daños

Daños

Seguro de daños. Protege la pérdida que un asegurado puede sufrir en su patrimonio a consecuencia de un siniestro, se dividen en seguro de bienes y de responsabilidad.